La razón es el nivel de estrógenos.
La hormona estrógeno es la responsable durante el embarazo,   que los folículos pilosos permanezcan en fase de crecimiento.
El pelo «vive» y, por tanto, crece más tiempo.
Tras el parto, el nivel de estrógenos vuelve a descender, de modo que muchos de los folículos pilosos pasan de la fase de crecimiento a la de reposo.
Como resultado, el pelo deja de crecer y acaba cayéndose.
Por tanto, la caída del cabello tras el embarazo es normal.
Sólo si se caen más de cien cabellos al día durante varias semanas y se forman manchas de adelgazamiento en el cuero cabelludo, la causa podría ser otra.
Por ejemplo, una caída excesiva del cabello combinada con cansancio y palidez de la piel puede deberse a una carencia de hierro, un trastorno tiroideo o una enfermedad cutánea.
En caso de duda, un médico debe investigar.   Afortunadamente, sin embargo, los niveles de estrógenos y, por tanto, el ciclo de vida del cabello se normalizan en la mayoría de las mujeres al cabo de seis meses como máximo.
Rara vez se tarda hasta un año en volver a perder pelo después del embarazo.